viernes, 23 de abril de 2010

Correo electrónico de Seguridad y Salud

Aquí teneís el correo del programa donde se pueden realizar todo tipo de consultas referentes a la PRL

seguridadysalud@uniradio.uhu.es

Recomendación de libros PRL

LIBROS
1) Higiene Industrial aplicada. Autor: Manuel Jesús Falagán. 1336 páginas. Edita: Fundación Luis Fernández Velasco. Actividades y problemas. Muy completo.
2) Gestión de La higiene Industrial en La empresa. Autor: Pedro Mateo Floría. 784 páginas. Edita: Fundación Confemetal.
Tiene cuestiones teóricas y normativa legal. Corresponde a la parte de Higiene del Master en PRL
3) Elaboración de planes de emergência. Luis Maria Azcuénaga. 185 páginas. Edita: FC

Editorial mes de abril

Desde hace algo más de una década, España ha pasado a ocupar un lugar destacado en las estadísticas alimentarias. Habernos alejado de una dieta como la mediterránea, ha provocado que los índices de obesidad en nuestro país se hayan disparado, amén de otros problemas de salud como por ejemplo los de tipo cardiovascular.
Sin embargo, es cierto que en los últimos años, nos hemos dado cuenta y así lo atesoran los datos provenientes de laboratorios de investigación agroalimentaria, que la dieta mediterránea tiene efectos muy beneficiosos para nuestra salud, incluso se lo aseguro, para nuestra propia voz.
La vida actual, las prisas y las responsabilidades en el trabajo o en el estudio no deben ser barreras en las que nos apoyemos para no seguir una dieta sana y equilibrada. En otros países europeos cada vez está más arraigado que el estudiante o la persona en activo laboralmente lleve su propia comida desde su domicilio buscando siempre un equilibrio dietético alejándose de las comidas rápidas que tan a mano podemos encontrar.
En tiempos de esfuerzo mental como ocurre en los períodos de examen para los estudiantes, una buena alimentación junto con algo de ejercicio puede hacer que nuestro rendimiento aumente casi un 30%. Una alimentación en la que se incluyan a diario verduras, frutas y algunos frutos secos como pasas, almendras y cacahuetes son importantísimos si queremos obtener unos buenos resultados laborales y académicos.
Otro gran factor beneficioso para nuestro rendimiento es el sueño; tanto en su calidad como en su cantidad. Aunque existen muchos artículos científicos donde pronostican las 8 horas como la cifra ideal de sueño, no es menos cierto que cada persona necesita unas horas determinadas y este valor de 8 no se puede llevar a rajatabla. Sin embargo, lo relevante en este punto es la calidad del sueño. Si llevamos todo nuestro estrés y mala alimentación al sueño, por mucho que durmamos 8 o más horas, nuestro rendimiento sufrirá un descenso paulatino día tras día. El sueño es simple y llanamente nuestra recarga de pilas para el día posterior; si no recargamos nuestro organismo energéticamente sufriremos un bajón físico y psíquico que desembocará posiblemente si eres trabajador en activo en un aumento considerablemente de probabilidad de accidente en el trabajo; y si eres estudiante tu cansancio repercutirá en el rendimiento académico.
Ahondando en este tema, la fibra que contienen algunos alimentos previene no sólo el estreñimiento sino también forzar los músculos implicados en la función esfinteriana laríngea. Aumentemos, por tanto, nuestra fibra en las dietas, incluyendo salvado de trigo, judías, coco fresco, copos de maíz, harina integral, pan integral, muesli, frutos secos, espinacas, lentejas, plátanos, zanahorias, manzanas, naranjas y harina de avena.
Por ultimo, apuntarles que existen alimentos que provocan estados físicos y emocionales diferentes. Así tenemos
a) los alimentos saludables, cuyas digestiones son ligeras y facilitan un mayor estado de relajación y equilibrio físico y mental (frutas, verduras, cereales, pasta, etc.)
b) los alimentos que producen una mayor excitación y actividad física y mental (café, alcohol, picantes, etc)
c) los alimentos cuyo consumo induce a un estado de aletargamiento, digestión pesada, pereza y sueño (carnes, dulces, chocolate, azúcares, etc.).

A pesar de todo, y desde la última normativa acerca de las enfermedades profesionales, la voz ya se incluye como enfermedad profesional reconocida en España. Pero ¿creen que merece la pena llegar a esto?

Editorial mes de marzo

España es hoy en día unos de los países europeos con mayor número de accidentes laborales, sobre todo en el ámbito de la construcción y en PYMES. Y todo pese a la crisis económica y de un descenso en el número de accidentes.
Aunque ya desde 1.900 se conocen normas referentes a la seguridad y salud en el trabajo en España, la reglamentación más actual data del año 1995 cuando se enuncia la Ley 31/ 95 de PRL. De esta forma se regulaba también todo lo concerniente a los servicios de prevención y a la figura de los técnicos de prevención de riesgos laborales. Esta nueva figura, sería y es la encargada de controlar desde dentro o fuera de la empresa los temas relacionados con la seguridad y salud de todos los trabajadores, amén de los posibles conciertos empresariales que se pudiesen hacer con los Servicios de Prevención externos.
Esta norma legal fue posteriormente renovada en el año 2003, con el fin de adecuarla no sólo a las normativas europeas sino también para dar salida a todos los contenidos transitorios de los que se hablaba en la original ley 31 /95.
Cuando se habla de seguridad en el trabajo vienen a la memoria los conceptos de riesgos, accidentes, etc, conceptos estos muchas veces mal definidos y entendidos por el trabajador.
Desde la segunda mitad del siglo XX y debido a los avances industriales y a la profusión de elementos y productos químicos utilizados hubo que crear una nueva rama de la PRL: La higiene industrial.
Finalmente, en los últimos 30 años aparece en el ambiente laboral cuestiones como estres laboral, moobing, problemas derivados de la voz, etc. originando la Ergonomía y Psicosociología industrial.
Pero ¿Dónde se encuentra la posibilidad de formarse como técnico en prevención?
Existen tres niveles de formación:
1) T. básico: está en desuso e implica una formación de unas 8-10 horas.
2) T. intermedio: hasta el año 2003 su formación se impartía en centros privados acreditados por la administración, implicando una formación de unas 300 horas. A partir del año 2003, esta formación se traslada a las propias consejerías de educación en el nivel de la formación profesional, creándose para ello un ciclo superior denominado CGS en PRP. Esta formación contiene 2000 horas presenciales de las cuales entorno a las 350 horas, se realizan en empresas como prácticas para el alumnos.
3) T. Superior: dirigido a personas con una titulación universitaria, hasta el 31 de diciembre de 2009 podía adquirirse a través de entidades privadas y acreditadas por la Administración, acreditando una formación mínima de 800 horas. A partir del 1 de enero de 2010 esta formación sólo se puede recibir a través de las universidades, con el carácter de Master.

Conocer la PRL no sólo es una obligación para aquella persona en activo laboralmente sino también para cualquier estudiante que en un corto/medio plazo se integrará en el mundo laboral.
Si sabemos hacer en nuestra vida personal y profesional una hueco a la prevención conseguiremos seguridad en nuestro trabajo y aumentaremos nuestra calidad de vida; nuestra salud, amigos, es lo primero.